Cetina

Cetina está situada en la Comarca Comunidad de Calatayud, en el valle del Jalón, en el camino natural que une la meseta con el Valle del Ebro, a la derecha del río Jalón y frente a la confluencia con el río Henar.

datos prácticos

 

Ayuntamiento: Plaza de la Villa, 4

Tel: 976 844 095

Email: cetina@dpz.es

Gentilicio: cetinero/a

Fiestas: San Juan Lorenzo (19 de mayo), dance y Contradanza, una de las más ancestrales manifestaciones folclóricas de Aragón. Virgen de Atocha (19 de octubre).

Distancia a la capital

Altitud

Cetina

Celtima celtíbera, Certina romana, conquistada a los musulmanes por el Cid como cuenta el cantar “Entre Fariza e Çetina mio Çid iva albergar….” Cetina reúne historia, arte, belleza y magia plasmada en varios edificios, en los que la tradición mudéjar ha dejado su huella, como en el castillo-palacio, la iglesia de San Juan Bautista, terminada en 1708, y las ermitas de Nuestra Señora de Atocha (siglo XVII), San Juan Lorenzo (siglo XVIII) o en ancestrales tradiciones como la Contradanza.

El castillo de Cetina recorta su imponente silueta desde su construcción en siglo XII, se rehabilita posteriormente en el XIV convirtiéndolo en palacio para los Liñán, añadiéndose más tarde elementos correspondientes al gótico tardío, renacimiento y mudéjar. La capilla del palacio, conocida como capilla de Quevedo, está cubierta por un rico artesonado de principios del siglo XVI, y decorada con unas yeserías mudéjares del XV que le otorgan singularidad y preciosismo.

La iglesia de San Juan Bautista sigue los modelos italianizantes del barroco de la época. Su sobrio exterior de ladrillo muestra tímidamente la tradición mudéjar en unas bandas de esquinillas en la inconclusa torre y en todo el perímetro del edificio a modo de alero. Este sencillo exterior contrasta con un espectacular y armónico interior, donde las pinturas, con motivos religiosos y vegetales, llenan las bóvedas y la cúpula del crucero.

En la ermita de la Virgen de Atocha, recientemente restaurada, unas hermosas yeserías barrocas de tradición mudéjar cubren la cúpula de la Capilla de San Antonio. Pero lo más destacable son las pinturas murales encontradas en la bóveda del presbiterio.

A unos cinco kilómetros de la localidad encontramos otra ermita; se trata de la de Santa Quiteria, en la que un merendero invita al descanso. También merece la pena visitar el paraje donde se ubica el puente medieval sobre el río Jalón.

Iglesia de san Juan bautista

La iglesia Parroquial de San Juan Bautista fue de la orden de San Juan de Jerusalén. Se trata de un edificio barroco, construido entre 1697 y 1708, con un aire único de armonía artística dado el escaso tiempo empleado en su construcción. Debido a falta de liquidez en el momento de su construcción, el edificio está inconcluso, a falta de las torres que se remediaron con una doble espadaña en el tejado que alberga las campanas.

En su parte exterior, de ladrillo y muy austera, se impone la autoridad de la línea recta frente a los últimos estertores de inspiración mudéjar que se adivinan en lo que debería haber sido el arranque de la torre sur.

 Su interior, de tres naves, destaca por la maravillosa decoración pictórica de sus bóvedas y su cúpula en honor al titular; son obra del turolense Francisco del Plano. También podemos destacar Destacan sus retablos gemelos, uno frente al otro, y el retablo mayor: con lienzo del bautismo del Jesús en el Jordán, coronado por el escudo de la familia Liñán, señores de Cetina.

Fotografías: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)

Ermita de la Virgen de atocha

 Se sitúa junto al barranco de San Lázaro y se levantó en la primera mitad del siglo XVII. Tiene en sus bóvedas yeserías mudéjares muy tardías y pintura. La ermita estuvo en ruinas durante años, por lo que se perdieron algunas interesantes yeserías. Tras su restauración en 2006 fue reabierta al culto.

Cuenta una vieja tradición que junto a ella crecían unos grandes olmos  que servían de cobijo y parada a los arrieros que pasaban por Cetina. Uno de ellos, procedente de Madrid, se libró de ser arrastrado por la corriente del barranco gracias a la intercesión de la Virgen de Atocha a la que invocó. En agradecimiento, hizo construir sobre la primitiva ermita de San Lázaro, una ampliación que desde entonces se consagró a la advocación madrileña.

Junto a ella se localiza el lavadero, donde se habilitó un centro dedicado a una de las tradiciones más ancestrales de Aragón: la Contradanza.

Fotografías: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)

ermita de san juan lorenzo

Según reza la tradición, la ermita está levantada sobre la casa donde nació este santo franciscano, natural de la villa, mediados del siglo XIV. En esa época era zona de extramuros, aunque hoy en día  es una capilla integrada dentro del casco urbano y muy querida por los cetineros. Precisamente se referencia este hecho en los dichos de los danzantes:

… “Juan, el padre que vivía

donde hoy su ermita se posa,

bendijo a Dios y a la esposa

que tal joya le traía”…

Se trata de un edificio modesto, construido en tapial con remates de ladrillo, que data del siglo XVIII. Tiene planta de cruz latina y fue reformado en la década de 1960. Sus retablos son asimismo barrocos. El principal, dedicado a San Juan Lorenzo, está rematado por la imagen de la Virgen de Atocha. Los otros dos están dedicados a la Piedad y a san Blas .

Castillo-palacio

El castillo palacio de Cetina ocupa un promontorio en el centro de la villa que domina el caserío. Su construcción  data del siglo XII, aunque la parte monumental que ahora podemos contemplar corresponde a una profunda reforma del siglo XIV, cuando pierde su interés defensivo para convertirse en residencia de la familia Liñán.

Destaca su torre Este, rematada con arquillos. Perdido ya su carácter defensivo, aún mantiene una ventana gótica geminada pero sin la columna central. Destaca también su arco apuntado de sillería por el que se accede desde el patio de armas.

Sin duda, su joya más preciada es su pequeña capilla, orlada de yeserías mudéjares del siglo XV y de un artesonado del XVI. Se adorna con un tríptico atribuido a Salvador Roig y Juan Ríus, del siglo XVI. Esta capilla fue testigo del matrimonio de don Francisco de Quevedo y Villegas con la Señora Viuda de Cetina, doña Esperanza de Mendoza, el 26 de febrero de 1634.

Otros espacios reseñables que aún conserva la fortaleza son los alfarjes que cubren algunas de las estancias, siendo alguno de ellos de los más grandes que podemos encontrar en todo Aragón.

El castillo palacio fue declarado Monumento Histórico Nacional el 3 de junio de 1931, ostentando en la actualidad el título de Bien de Interés Cultural.